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miércoles, 9 de enero de 2013

Y lloré...


Lloré, hasta que mis ojos
se colorearon de un suave tono rojo,
lloré hasta que mi voz se durmió,
lentamente...

Lloré hasta que mis lágrimas se secaron,
hasta que esa última lágrima
rozó por mi mejilla,
por mis labios...

Lloré hasta que ese nudo en mi garganta se desató,
hasta que me sentí segura y feliz,
hasta que te sentí junto a mi...
lloré, para poder sonreír.



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